Sobre la independecia no tengo mucho que decir,

quizás porque al nombrarla debo quitarme todo de encima,

abandonar lo que me toma,

lo que no llega,
que me hace desesperar.

Debo quitarme este peso,

estos músculos, estas carnes,

olvidarlas a ratos,

quedarme sin voz,

sin lagrimas;

Sin sonido;
esas cosas materiales que estorban, duelen.
Habitar en lo intangible
lo liviano, invisible;

como energía derramándose a su antojo. 

y entenderé bien la libertad,

eso ligero que aunque me abunda por dentro
no quiere salir;

y se va a ratos bien lejos,

parece que no volverá;

Pues este cuerpo no le basta,

sino esta mirada, estas alas.