domingo, 24 de junio de 2012


No es que duela,
Es que no puedo encontrar en el vacío tus espacios,
Recordar tus pupilas, mis olfatos, tus órganos, tus vicios.
Guardar los trozos que dejas mientras vivo,
Regarlos por el cuarto, ponerlos bajo la almohada,
quedarme con esas cosas que me brindas,
Unas pocas para que no vayas vacío, que no te esfumes.
Me quedaré con fragmentos de tu risa,
de tu rostro, lo guardaré todo en una caja
Para abrirla con el tiempo si lo necesito,
si es que pierdo tu cara ciertos días,
cuando andando por la calle te evapores, 
que tus ropas queden solas en la acera
o nos dejemos abandonados en una banca.
Entonces, si se me agota tu recuerdo o  
Las ganas de observarte,
te buscaré entre libros o revistas,
Entre paisajes, 
acomodando perfiles y narices,
sombras o cordilleras.
Formándote como una bibloteca,
Con tus historias, tus rastros,
las marcas que vas dejando;
e iré leyéndote tantas veces pueda,
Tantas veces quiera, para que vuelvas.
Y sabré que existes y que lo único seguro
Es que sos mejor que todas tus imágenes,
Estas imágenes que tengo de vos. 

2 comentarios:

  1. Remitirse a viejas fotos abandonadas debajo de un fotomatón, para armar y desarmar rostros llenos de imperfección.

    Amo descaradamente esta maduración al escribir.

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  2. Remitirse a viejas fotos abandonadas debajo de un fotomatón, para armar y desarmar rostros llenos de imperfección.

    Amo descaradamente esta madurez al escribir.

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