sábado, 2 de junio de 2012

Quizás es cierto,
Eso de morir y quedarse un rato más,
De volver a los pasos andados,
De caminar sin prisa esas viejas estancias
Que habitaste, que te habitaron;
E ir tocando las puertas, las ventanas
y oír a esa gente decir
-es que se esta despidiendo-
Pronunciado con ese miedo a los fantasmas,
al silencio,
ese temor que provoca meterse bajo sabanas.
Yo más bien ahorrare todo eso,
Iré a esos caminos donde quedaste vos
Como cierto remolino de olvido,
Volveré a esas risas, 
a los paisajes y esas ganas de llorar,
a quererte en la montaña
En la mañana, en el café de la semana;
Y no creeré que ya me voy, que no respiro,
Pues quedare guardada en esos días,
Donde más vida se puede sentir.

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