miércoles, 24 de octubre de 2012

lunes, 22 de octubre de 2012


Será un beso inesperado,
y los cielos te darán sus ríos.
Y yo estaré en este muelle.

miércoles, 10 de octubre de 2012

"Porque gracias a vos he descubierto
(dirás que ya era hora
y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa
que se ilumina y se oscurece
según venga la vida

una bahía donde los barcos
llegan y se van
llegan con pájaros y augurios
y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa
donde los barcos llegan
y se van

pero vos
por favor
no te vayas."
En un platillo de la balanza coloco mis odios; en el otro, mis amores. Y he llegado a la conclusión de que si las cicatrices enseñan; las caricias, también.
Mario Benedetti 

domingo, 7 de octubre de 2012

Al tocar lo que amas te quemas los dedos,
y sigues, sigues, sigues hasta abrasarte todo;
después,
ya en pie de nuevo,
tu cuerpo es otra cosa,
…es la estatua de un héroe muerto en algo,
al que no se le ven las cicatrices.

jueves, 4 de octubre de 2012

"Y así yo no sé quién soy, 
no sé cuántos soy o seremos. 
Me gustaría tocar un timbre 
y sacar el mí verdadero 
porque si yo me necesito 
no debo desaparecerme.

martes, 2 de octubre de 2012

Somos una marca, 
una fuente carente de flujo,
una huella insensata que vive entre cosas ligeras
o un peso sin rostro que no se sabe llevar. 
Somos de otras orillas,polos distintos,
de todas partes,con varios ojos,lenguas, 
siete mil millones de cuandos,de fallas, de"que hubiera pasado si..."
Una incertidumbre, una duda 
Que ciertas veces abunda solo de materia, 
de consumo,carencias y monotonía... 
De palabras sin sentido y desamor. 
O quizás somos el rastro de amores pasados,
una tarde acompañada de pena, de timidez, 
de arrugas, de descubrimientos,
como esas cartas perdidas que se encuentran entre hallazgos lejanos,en medio de escombros, de muros, de aviones colisionados hace décadas, 
en incendios o gavetas con llave, 
saturando de melancolía los días,
esas palabras que volviendo entre el olvido se quedan un buen tiempo, te recorren la cabeza, te cuestionan esas ganas de vivir.
Pero todo estará muerto alguna vez, 
perdido, enterrado a tres metros, en una caja, casi olvidado. 
Y al morir lo abandonarás todo, 
tanta gente como alcanzaste amar, tantas prendas, papeles, lagrimas de ausencia o alegría que se van filtrando entre poros o terminan evaporados entre el suelo y la mugre.
Dejaremos esos restos de tristeza y agonía, lo que a veces hace falta para inspirarse o siquiera hacernos compañía 
cuando ni llegan a la puerta los servicios públicos. 
Esa agonía que atisba fe,
que te levanta, 
que va viajera pues no se pierde,
que nos mata ciertas veces sin importar donde se este. Abandonarás ese rincón por el que pasaste, esa grieta, esa ventana, esa silla casi desecha de tanto uso. 
Y aunque quizás deshabites y se te vaya todo quedará esa imagen que te toca, esa inmortalidad que se deja entre la risa, el ultimo cabello y las caídas que tan bajo te llevan a creer que no volverás, que ya lo has perdido todo. 
esa imagen que sos ahora,
que somos todo el tiempo sin saberlo.



A veces me siento desdichado, nada más de no saber qué es lo que estoy echando de menos.