Hoy no quiero hablar de soledades, mas bien de esperanzas,

 que ellas también se quedan, que también hacen parte de la literatura.

 Como el amor, ese, el que nos inspira,

 el de obligos, besos, sonrisas, abrazos y estruendos.

 Más allá de las lágrimas que pueden actuar como huellas en cada pagina, porque algunos hablan de letras como la mejor forma de expresar dolor;que si esto no se conservara de esta manera quizás no habrían tantos poetas, novelitas, libros.

 Pero aun así, escondido tras el,esto, esa cosa, sin nombre, enorme, radiante, que algún día nos hizo cantar en la ducha, que algún día se quedo en el recuerdo, como fotografías  puestas en una pared que seguro ojearas mañana y a pesar de notar tantas voces dando gracias a los llantos por los versos que vienen tras ellos,no importara;escribirás mil te quiero, y andarás por ahí recordando, que las letras son solo letras, lejos están ellas de saber del amor . 

Y así, anónimamente, ser luna, pasajera, luminosa, Ser centro, ser luz.

Astro andante, gigante y narrar con el viento, esos cuentos que le invento a tu boca. 

Que en vez de llanto, había descubierto aferrada a ciertos recuerdos, la pequeña magia de las cosas sutiles.

"Agarro un borde de cielo nocturno. Y tiro de el hasta que el cielo se llena de luz.

El sol me envuelve con su calor. "

Hay horas, que si hay algo lo destruyo, que si no lo hay lo invento.

Hay horas parpadeantes, bailarinas, alborotadoras, rebeldes; que si te dan ganas de llorar

no pasa nada más que mil lluvias

por el cuarto, por la cara. 

Hay horas, de esas ausentes

que se toma el café con un hombre en

remojo.

Las que si sueñas mas tarde no habrá cosas dispares, 

distintas, contrarias, anónimas.

Hay horas para minimizarse en agua, 

para hablarle al viento, 

no contar instantes o ir corriendo.

Que si quizás andas por ahí enamorado

 son violetas, rojas, ansiosas, 

que los ojos se te van para otros mundos,

que si andas por allá con la barriga 

flotante,andante, sonriente, 

que si es que salto, caigo bien,

que si es que anhelo, se me cumple .

"Algún día serás lo suficientemente mayor para comenzar a leer cuentos de hadas nuevamente."

C.S Lewis

Que de desamor en desamor, la cuenta telefónica comenzó a llegar mas barata.

O porque se siente mucho  o porque no,

o porque  tengo  frio o no, 

que si es que las uñas son rojas, o son blancas ,

que se sonríe o se sonríe o se llora,

de esas lagrimas amargas, violetas, silenciosas

que si la vida me cambiaba, que no,
que porque no vino nadie 

que  el semáforo seguirá teniendo solo tres colores, 

que si como verduras de otro color o escribo con formas,

con muchos dedos, con la otra mano, con otras letras, con una flor;

que si  el cabello se me enreda o llevo medias distintas…

que porque si, o porque no tanto,
que porque no hay mismas razones, mínimas, duraderas, encantadas;

que porque el leía y sonreía, 

que porque el se arrastraba y le seguía, 

que porque le quería y el no sentía tanto,

que porque le toca vivir pero le da miedo.

Supongo que era fácil de entenderlo; que detrás de esas palabras había mas hechos  que el número de letras que la formaban.

sabía que no iba a ser lo mismo, él ahora se dedicaría a trabajar con la ausencia, a construir con lo abandonado, a ser ingeniero de otros sueños, de otros ejemplos, de otros labios.

 A diferencia de algo que nunca fue arribado, el se quedaba por ahí rondando, siendo minúsculo, llenando el ambiente de hierbas olorosas que ya por estos días al igual que otras cosas empezaban a morir. 

Me gustan esas cosas que no se dicen en público,

secretos que guarda el cuerpo en los pequeños callejones de un solo oído.

Me gusta la mínima esencia que guarda el silencio; 

una mirada secreta y distante

 que al parpadear da más explicaciones que un libro matemático o un

diccionario.

El viento que botan los labios aun cerrados;

 Esa forma de decir palabras con un suspiro, una caricia. 

Que digo quererte sin pronunciar mas letras que esas que hablan los ojos,

 que esas que expulsan los dedos.

Imagínate columpiándote en mi cabello,

danzándome en la coronilla, 

narrándome la almohada,

olvidándome de la noche si te veo.

Imagínate tomando mis dedos hasta que estén dormidos, acariciándome la sonrisa,

anclado en el pensamiento, 

como navegante de esos que se pierden; 

que se tiran a las olas.

Quédate para observarte, 

quizás sirvas en el reproductor de películas;

que el televisor refleje tu imagen

y se me valla la noche escuchándote,

con esa voz inalcanzable, 

esa media nota, pequeña,enorme

que te brota de adentro 

que se toma el jardín que visito si es que duermo.

Y así como así, sin letreros, cartas o avisos... así.. me había convertido en viento.

Dibuja espirales bajo mi almohada

Ya hacia falta eso de enamorarme

de recordar cada día que te bañas por algo

que usas labial por alguien 

y que el dolor por los hoyos en las orejas

no fue en vano.

Ya hacia falta eso de enamorarme

de despertarme

de llenarme tanto y luego cuestionarme

¿y como vaciarme?.

Ya hacia falta enamorarme

de explotar en luz 

y no andar por ahí teniéndole celos

al sol 

No hace falta eso de ser muy egocéntricos.... siempre seremos el pasado de alguien mas.

Aveces paso días enteros, esperando que al instante lo inunden tus letras 

Que si los pies se me enredan en el viento no es precisamente por ir de aquí a allá hablando de números  

Y yo me aburriré de tí y me sentiré atrapada
porque eso es lo que me suele pasar...

A veces, cuando repentinamente  te olvidas de alguien, al buscarlo entre recuerdos , lo imaginas como un ser totalmente hecho de imágenes, de instantes ; el ser en cuestión, es totalmente diferente a la percepción del mundo real,pero para la tuya se convierte en uno hecho de sueños, una especie de amigo imaginario que respira para otro, pero para ti ha dejado de ser. Posiblemente no pueda caminar y recorra el mundo por medio de levitación o cohetes hechos extremidades, entonces es cuando compruebas que todo eso que pudiste sentir, sea odio o amor en exceso, se ha ido, y solo ha quedado ese hermoso recuerdo de que alguna vez, sonreíste mas de lo que pudiste llorar.