domingo, 27 de mayo de 2012



Esa lluvia que uno sabe que humedece todos los besos,
esa lluvia que uno tiene la certeza
de que humedece todos los labios salvajes
y que cobija con sus agujas invisibles
todos esos gatos tristes y melancólicos
que pasean por los techos de París.
Uno sabe que esa lluvia es mágica.
Es una lluvia que sabe a lo que sabe…
en tus babas, una lluvia que sabe a árboles lejanos,
una lluvia contaminada por la luna…
Rafael Chaparro. 

1 comentario: