Alma mía, ceniza mía, rastro de pena semi olvidado,
beso derramado, lluvioso,lleno de cielo. 
Limpiame esta palabra oscura,remojala, 
escurrila de sus malos olores,ponela a secar,
tan pura, tan blanca.
Alma mía, dormite bajo esta almohada
cógela entre tus brazos para no olvidar
ese olor invisible de los sueños que se cosechan bajo esta cama, 
que se sube por los cabellos,ese revuelto capilar donde nadan los verbos, 
esos ojos, manos que se mueven sosteniendo el aire,
como apagando una maquina de sombras que se quedan en la almohada
y me llevan a bajar de la cama,
confundir el pie, comenzar mal el día, 
cantar canciones rotas, repararlas con la tarde.
Y volaras ceniza mia, con el sol de las diez, que calienta la arena, las nubes;
cantaras viejas notas, viejos recuerdos,
 de tardes que huelen a bus, que huelen a lluvia.