En la mayoría de casos, cuando se muere de amor, salen ciertas rayas tristemente plasmadas, casi estrellándose unas con otras, de tanta tragedia, tanta ausencia y soledad. 

¿y si esta vez no se me antoja la tristeza? Quizás le escriba a algún fulano por ahí, que este tan solo como yo, con una acumulación de relaciones medio rotas, esperando las palabras de alguna sustituta, a quien luego bese, Luego use, como ella lo haría con él para después dejarse como se dejan otras cosas.
Siguiendo los protocolos del desamor le buscare sinónimos al vacio, cambiaré ciertas palabras, ciertas frases, le dejare este dolor al agua, que se me filtre por los dedos, se vaya por las tuberías llegando a esa nada que se lo traga todo.
¿Y si dejo este rato sin sus frases grises? 
Seguiré trazando sujetos imaginarios, algunos menos irreales como sombras saliendo de mis soplos que hagan florecer las ganas de reír, de ir andando cogidos de la mano... Esas cosas de enamorados.
Pero luego se irá esa sombra, lo sé y hará que broten de adentro ciertas lágrimas y esas ganas de apropiarse de todo, entrando nuevamente en un ciclo eterno de amor que con el tiempo se irá, sabré borrar para crearte de nuevo con los días, donde vengas mejor y yo sea más fuerte.