lunes, 18 de noviembre de 2013

"Si llegaras a ver el cielo una noche despejada Si lo que encontraras fueran estrellas y no nubes grises. ¡No sería eso ver la alegría? ¿No sería un poema canción escuchado por tus ojos? Caerías en perfecta sinestésia. Soy Joven. Mis oídos escuchan promesas.
Alrededor de tu cuello orbitan dos lunas. Una de ellas eclipsa de cuando en cuando tus oídos, tus ojos. No permitas que eclipse tu boca, prometelo. No permitas que la oscura sombra contenga tu suspiro, prometelo.
La otra evita que eso pase, es tu protectora, es tu propio ser... esa otra luna es tu promesa.
Mi mente es poderosa. Como una canción de cuna. Mis ojos ven sueños. Como lluvías de lana sobre campos de acuarelas y cascadas de té. Mis pensamientos son altos, tan altos que congelan las mentes más cálidas. Mi cuerpo es fuerte. Así como el tuyo. Discúlpame. Me perdí mientras trataba de encontrarme. Me perdí y aún sigo buscando. Sé quien soy: La ironía de buscar algo que ya conozco. La felicidad."

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