jueves, 25 de julio de 2013

"Siempre inventabas cosas malévolamente fascinantes,

hacías casi todo para demostrar AMOR

excepto decir “te amo”.

Estabas convencida de que al verbalizarlo (al amor),

se le delimitaba, se le arruinaba.

-¿Cómo pretendes hablar de algo
 que ni siquiera puedes describir?- decías.
-
¿Cómo te atreves a pronunciar siquiera algo
 que ignoras absolutamente qué es?


Odio a la gente que va por la vida diciendo “te amo” 

como
 si repartiera volantes de centro comercial. 
Como si al decirlo, sus podridos corazones volvieran a latir con fuerza.
 Como si al
 mencionarlo pudieran tenerlo o retenerlo, 
como si nadie supiera
 que hace mucho se les escapó y ni cuenta se dieron.
 
No cariño, el día que yo te diga que TE AMO
 
sabrás a qué me refiero.

-

Tenías razón."

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