jueves, 4 de abril de 2013

Fui a mirarte como a los cuadros de las viejas galerías y en el camino tomé rumbos inciertos, apague lamparas, cepille tantos cabellos que quedaron como otras cosas apilados en algún lugar de la cuidad; cosas que tomé con los dedos, que nombre como mías, que se deterioraron como esas viejas calles que pisaba para ir a descubrirte, verte a los ojos, tu galería ocular llena de tantas líneas, oscura para contemplarla de cerca y quedarse observando por horas tratando de entender.
No lo entendí.Quizá había leído en mi vida otros manuales artísticos que no plasmaron en ellos trazos tan abstractos, entonces quise comprender pero permanecí en silencio, taciturna, mezclando mi olvido con tu historia.

Aún sigo caminando por tus cuartos, eres un museo andante, vacilante, lleno de estantes empolvados, algunos marcados con líneas y textos como "no tocar", otros bajo llave que con tus razones les pusiste.
Te visito, paso por vos, miro tu vida detrás de los vidrios que he tocado con mis huellas, dejando mi historia allí, en tu viaje, un viaje que también hice para llegar a ti como llegan las cosas que fluyen.
y soy, de esas fulanas que se quedan mirando un buen rato los marcos, los óleos, los ojos nostálgicos, angustiados, expectantes.  
Viví a ratos el  cuerpo que has inventando a causa del aburrimiento, las penas, el amor a ti mismo y a lo demás;  tu obra de arte donde quedo dibujada también.  
Te recuerdo mientras caminamos, mientras nos miramos como un cuadro antiguo, del que no se entiende nada pero no se puede dejar de mirar.
Somos el museo del que entra y sale tanta gente, tanta letra, verbo, lagrima y acción... no somos ni nos pertenecemos, somos visitantes sustitutos que deambulan ,caminando solos por los estantes de la vida que hemos creado, observando con telescopios lo demás, los telescopios que nos mantienen alejados pues no irrumpimos en alguien totalmente.
He creado en mi memoria un cuarto para vos, de mí en vos, sin telescopios, cercano, intimidad llena de objetos raros, de los que no se venden, que se quedan por ahí y a ratos se olvidan.
Me quedo con tu arte, vos te quedas con aquello que también tomaste: mi color, mis trazos imperfectos...lo pones todo en estantes con mi nombre,mi nombre que es anónimo frente al desconocido que decidió así como yo pasar por ti y ojear a lo lejos lo poco que dejas ver. 
Te visité el día que vi tus sombras;
buen día en el que vi tu obra y me aloje por ahí.
Me paro aquí... no lo entiendo todavía...

Puedo seguir estacionada  mirando de par en par, como nos llenamos, solos, sintiéndonos vacíos, tan viejos.

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