sábado, 28 de abril de 2012



Son aquellos , esos días,
Donde se quiere morir, 
borrarse el universo,
Tirarse desde la ventana,
Desaparecer con el polvo
y escuchar con toda esa lluvia, ese dolor,
Esas lágrimas
Un poco de
-ey nena, te quiero-
-Te veo más tarde-
-Mírame más-
-Te deseo pero no te lo digo.-
-Para aquí, prefiero caminar,
-El camino es largo y no quiero verte a la cara-
Y se revuelve  en la cabeza
una página que no  se entiende,
que quiere salir,
Y no sabe siquiera como es que llego.
Desesperas, te asustas, caminas esos pasos preocupados
Y termina ese día con mil muertes literarias
Un disparo que traspasa las ideas
Uno, dos, ¡pum! y no mueres
Porque para esta soledad no hay cura,
Ni siquiera la muerte. 

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