Son aquellos , esos
días,
Donde se quiere morir,
borrarse el universo,
Tirarse desde la
ventana,
Desaparecer con el
polvo
y escuchar con toda
esa lluvia, ese dolor,
Esas lágrimas
Un poco de
-ey nena, te quiero-
-Te veo más tarde-
-Mírame más-
-Te deseo pero no te
lo digo.-
-Para aquí, prefiero
caminar,
-El camino es largo
y no quiero verte a la cara-
Y se revuelve en la cabeza
una página que no se entiende,
una página que no se entiende,
que quiere salir,
Y no sabe siquiera como es que llego.
Desesperas, te asustas,
caminas esos pasos preocupados
Y termina ese día
con mil muertes literarias
Un disparo que
traspasa las ideas
Uno, dos, ¡pum! y no
mueres
Porque para esta
soledad no hay cura,
Ni siquiera la
muerte.
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