viernes, 24 de enero de 2014

Tengo miedo de escribir este poema, y que este poema no quiera llamarse Andrés, ni Raúl, ni Esperanza.Tengo miedo de escribir este poema y todos los poemas y que al final no haya valido la pena el viaje desde allá hasta aquí y desde aquí hasta mí. De que rechacen este poema deforme por falta de simetría entre las vocales y su rostro, tengo miedo porque todo lo nuevo aterra y me he dado cuenta que los poemas tienen vida propia, y que los poemas no se escriben sino que se sueñan o se alucinan, que no hace falta tener miedo por la simetría porque la vida no es exacta y este poema está vivo y deforme igual que yo, y que entre cada consonante palpitan cuatro corazones al mismo ritmo que el rockandroll, que la poesía no tiene ningún fin sino muchos comienzos, y que aquí comienzo yo, no donde acaba este poema sino en medio de él, como quien se cola en la fila del banco y es abucheado, pero aquí soy bien recibido después de tanto tiempo. He convertido mi poesía en mi propio sitio, porque todo mundo debería tener un lugar para existir aunque este esté hecho de esperanzas, palabras y aguardiente.
  ~ Diego Rivera.

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