Aprendí a buscarme inútilmente entre lo matutino,
cuando sólo para encontrarme debo mover los pies;
cantarme alto o no cantarme,
vestirme con este suspiro que vivo,que soy,
que parece real pero puede no serlo,
que es cierto pues es mío.
Viví buscándome para sentirme entre las costillas, el pecho y mis veinte dedos;
y me miro con este cuerpo porque no tengo más que uno...
he empezado a pensar ya que este cuerpo es suficiente y cercano pues es lo único que cada instante me acaricia...
A veces este cuerpo se siente lamentable en los días taciturnos
y llora conmigo si es que se me da por llorar.
cuando sólo para encontrarme debo mover los pies;
cantarme alto o no cantarme,
vestirme con este suspiro que vivo,que soy,
que parece real pero puede no serlo,
que es cierto pues es mío.
Viví buscándome para sentirme entre las costillas, el pecho y mis veinte dedos;
y me miro con este cuerpo porque no tengo más que uno...
he empezado a pensar ya que este cuerpo es suficiente y cercano pues es lo único que cada instante me acaricia...
A veces este cuerpo se siente lamentable en los días taciturnos
y llora conmigo si es que se me da por llorar.
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