lunes, 30 de enero de 2012

A veces, muy de mañana se pone ha imaginar tanto que hasta le cambia el zodiaco y si se es piscis termina siendo cáncer, cáncer sagitario y así pasa con todo, el color, las texturas, incluso el nombre; todo entra en un caos que ni le pertenece, una alteración de la vida que se tiene. 
Llega el mundo ha cambiar tanto que se va siendo fragmento de un espacio que a ratos ni espacio se cree y ese instante lleno de aleaciones minúsculas y momentos alterados se vuelve más que un trozo de día mañanero, trozo de tarde o noche solitaria, abundante,según quien lo imagine. 
Entonces se crea campos de aire donde nada ocurre, lleno de silencios y miradas furtivas; aunque bajo imagen, mil historias han tomado lugar, queriendo ellas, traviesas, crear entre mentes preguntas sin respuesta sobre el universo ajeno. 

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