Asi que para lo demás no somos mas que la suma de ciertas miradas, un bulto de imágenes a medias y percepciones, esa película anónima que se da de la secuencia de palabras que desechan los extraños con el aire.


Tal vez nacimos siendo invento de la nada, como para no sentirse tan sola y vivimos siendo pedazitos del vació que se mueve cada vez que el tiempo cambia de rumbo o se le va antojando eso de la gravedad.
Mientras tanto, el mundo va fundándose de aquellos que tan pequeños, asustadizos, van por ahí creyendo poder cambiar lo ajeno. 
Aunque ellos, nosotros, solo habitamos como la migaja inconsciente de un infinito irreal, del que ni somos dueños.