Siento que ya es tiempo de olvidar todo esto y quizás algún día llegare a extrañarte, lo sé, por esa mirada casi absurda que lo abarca todo como si fuéramos uno, con tantos vicios, miedos, esperanzas, algo de dos… 
De verte y no saber cuanto sos, cuanto te ha dolido el mundo, la vida, los besos mal dados y sin sentido.

Solo sé de algunos gestos...

Cuando cierras los ojos si es que algo duele, sacando ciertas gotas de nostalgia 
o que ríes con el sol y otras veces te molesta,
cuando entiendes que no lo eres todo y que en ese espacio en el que estas hay desechos de algo que ya das por perdido. 

Entonces te tomaría, te abrazaría a ratos para vernos como esa gente que nadie ve nacer, partir, morir; en una sociedad donde los malos son noticia y los buenos se aman en silencio... Una donde entre extraños se dan las mejores revoluciones, los mejores recuerdos. 
La misma que se olvida mutuamente sin quedar en las páginas del periódico diario, un libro o la corteza del árbol marcada con A, B, C.

Siento que ya es tiempo de dejar que te ausentes, que seas como el agua del lavabo que con los días he tratado de agarrar y sigue siendo fugitiva, inalcanzable entre caños y suciedad.