Todo esto fue planeado por una población que yendo en sentidos contrarios me permitió conocerlo, eso que llaman causalidad, destino...
Él es increíble, digo increíble porque no lo imagine antes, a veces siento que ni lo conozco.
 Aun así un día llego a mi puerta, se quito los zapatos, se metió entre las sabanas.

Yo lo soporto más sobre la cama que andando por una calle sin decir nada, cogidos de la mano que lo resume todo, más que los besos o los te quiero.

No es fácil ir sujetos por los dedos, a veces la gente se hace incomoda,tantos huesos, músculos... como si los dedos batallaran entre huellas dactilares haciendo que sea mejor estar separados. Con él es fácil, le sujeto la mano y sonríe, y dice que todo esto es lindo. Me agarra por la espalda, me abraza fuerte dice que se siente bien, que hace tiempo no sentía eso, digo que me siento libre y por dentro realmente no sé que pasa. Él pronuncia ciertas cosas pero estoy segura que se siente igual que yo, desubicado, hundido, acabado; tratando de ocultar en estos abrazos su amarga soledad. 
Yo lo beso, lo beso y le acaricio las mejillas, pone su nariz en la mía, le beso la frente,los pliegues del mal genio y la tristeza, nos vamos destruyendo sin siquiera entendernos, sin conocernos. Me mezclo con él y no lo siento, es como un sueño sin sentido... lo conocía de antes, no imaginé que acabáramos en esto.

Es lindo, lo sé, pero no prometo nada ni le dedico canciones, le miro, lo beso fuerte, pienso en él ciertos días sin sentir que su olor me toque, me llegue, se me quede enredado, me haga querer buscarlo. Quizás, simplemente no puedo ver más allá de esa maravilla él tipo que quisiera tener a un lado… Estoy perdida.