martes, 9 de agosto de 2011


Y Vomitarte,
inevitablemente 
ese vomito rojizo, marrón, navegante.
Y Vomitarte, hacerte agua, que palidezcas,      
que te hagas charco, hecho de llanto, llovizna, ríos.
Y Vomitarte y ver que andabas metido entre tripas
y órganos y querer comerte, como eso que harían los perros
y sentirte en la barriga, sentirte en la garganta, 
y llenarme y explotarme, todita de vos.  
Y vomitarte, vaciarte,
que te vallas como esos que se van, 
que dejan las ventanas bien abierta
y las camas destendidas.  

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